Esta columna tiene el fin de poder abarcar temáticas que están en torno a los distintos tipos de capacidades con el fin de poder informarnos y de que también ustedes nos acerquen sus inquietudes. Hoy me encuentro con Romina que es maestra especial y que trabaja en un taller de equinoterapia
Buenas noches Mi nombre es Romina Prost, soy profesora en Educación Especial, hace diez años que trabajo en CINDI (Centro Integral del Discapacitado), y este año arrancamos con un nuevo proyecto en cual estamos todos felices.
¿Cómo surge la idea de hacer el taller de equinoterapia?
El año pasado surgió la idea de empezar a darle a los chicos otras posibilidades y nos llamaron a mi compañera Julieta Unamuno y a mí, para formarnos en Córdoba, en un curso de equinoterapia y este año arrancamos con la actividad propiamente dicha.
¿Trabajas sólo con tu compañera o alguien más?
Si, nos acompaña Esteban Garabenta y Daniel Rodríguez. Además, los chicos vienen siempre en la combi con maestra de cada sala y la preceptora que es Agustina Moreno.
¿Cuántos chicos hacen hoy el taller?
Aproximadamente tenemos alrededor de 60 chicos que están todos en el centro de día.
¿Trabajan con todo tipo de discapacidades?
Trabajamos con todas las discapacidades, y aproximadamente los chicos tienen un estímulo o dos en el mes por la cantidad de chicos que son.
¿Cuáles son los tipos de discapacidades?
Tenemos discapacidad intelectual, motora, auditiva y visual.
¿Se recomienda este tipo de terapia para todos y por tiempo determinado?
En realidad la actividad tiene múltiples beneficios. Nosotros arrancamos la actividad con un certificado médico, que puede ser expedido por un kinesiólogo, o un médico clínico. Siempre con un certificado que avale que puede realizar la terapia asistida con caballos. Nosotros tenemos chicos que por ejemplo no pueden subirse al caballo pero pueden estar en contacto, entonces pueden venir y darle de comer, acariciarlos, pasarle la rasqueta. Esto provoca en ellos un estímulo nuevo, se relajan, el calor corporal del caballo…hay que verlo.
Dependiendo del tipo de discapacidad, ¿se adapta la terapia o se trabaja con todos igual?
Uno siempre tiene pensada determinada actividad y cuando ellos vienen, a veces todo lo que nosotros preparamos es al revés. Dejamos que se de en el momento porque puede que haya alguno que no se quiera subir al caballo y entonces solo lo toca. Cuando recién arrancábamos la actividad teníamos chicos que decían tenerle miedo y cuando llegaban, se acercaban y era instantáneo cuando hacían contacto con el caballo…lo tocaban y hasta lloraban si no se podían subir.
¿Hay ciertos caballos que se asustan o están todos adaptados?
Nosotros tenemos tres caballos y para nuestra actividad son geniales. A parte ya se acostumbraron a los chicos y los chicos a ellos.
¿Nos podes contar un ejercicio que tengan planeado en el día?
Todavía algunos van por la segunda clase por lo que están en el conocimiento del caballo todavía. Algunos se suben, medio que dudan y relajan, les gusta la actividad, el cepillado. Hoy vamos a bañar al “ petiso”. Los chicos siempre están bien predispuestos. A parte nosotros tenemos las instalaciones acá, entonces día que toca medio fresco los chicos dibujan, hacen actividades mientras otros están andando a caballo, como salir con la maestra de recorrida por el predio, es un lugar que ofrece múltiples beneficios tanto para ellos como para nosotros.
Esto quiere decir que es progresivo el contacto con el animal y los ejercicios que van haciendo día a día
Si, nosotros tenemos chicos que por ahí no se quieren subir la primer clase y la segunda vamos probando y arrancan y después no los podemos bajar del caballo. Y después tenés otros chicos que arrancan con 5 minutos y terminamos en 15. Tenés chicos que son de mucho hablar y cuando los subís se quedan en silencio. Es una actividad que a veces ni nosotros podemos creer los múltiples beneficios que tiene.
¿Dependen mucho del clima? Es decir, si llueve la actividad no se hace ¿no?
Claro, eso era lo que te comentaba. Cuando haga mucho frío tenemos el quincho. Entonces ellos acá pueden realizar actividades que preparamos con Julieta. Pero ya salir de la institución hace que puedan conectar con otra actividad. Si les llega a caer en un feriado ellos ya están pensando cuando pasamos la fecha porque cada uno tiene su fecha planificada para venir. Ahí te das cuenta que la actividad da frutos.
¿Qué progresos viste en chicos que hacen equinoterapia en comparación con otros que no hacen?
Y…donde te das cuenta es en el contacto con el caballo. Hay algunos que van con cuidado y el que ya estuvo en contacto va en seguida a tocarlo y acariciarlo. Pero después todos terminan en el mismo resultado porque a todos les gusta.
¿Tuviste la posibilidad de hacer este taller en otro lugar?
Nosotros arrancamos este año con la actividad en CINDI. Yo hice una formación hace 11 años y la renové el año pasado.
Muchas gracias por todo lo que nos contaste. Los lugares que se hacen equinoterapia acá en Punta Alta es en CINDI como una actividad que propone centro de día…
que es sólo para nuestros chicos, es una actividad que es propiamente de ellos los días miércoles, jueves y viernes de 13 a 16hs.
¿Hay otro lugar en Punta Alta que hagan este taller?
Así como nosotros está Escuela Stella Maris.
Y en Bahía la Fundación Huellas. Gracias a todos por escucharnos y nos volveremos a encontrar en el próximo programa de Capacidades Diferentes.
Por: Lic. en Psicología Ana Mastrolembo – Perfil Público